

Maque y Laca
Maque y laca se refieren a la misma técnica de trabajo. Se produce en tres regiones que poseen diferencias importantes que las caracteriza, logrando efectos de tersura, brillo, impermeabilidad, diseño y uso diferentes. Maque es una expresión castellanizada de origen persa, mientras que Laca se relaciona con los barnices endurecidos y brillantes de procedencia japonesa o china.
La técnica mexicana conocida desde la época precolombina, difiere radicalmente de la persa u oriental, de las que proceden solo los nombres. Actualmente se dice maque para Michoacán y Chiapas y laca para Guerrero, las características técnicas distintivas más importantes son:
Aceite; en Uruapan y Patzcuaro, Michoacán, y en Chiapa de Corzo, Chiapas, se mezclan los pigmentos minerales con aceite de axe, insecto endémico de tierra caliente, condiciones climáticas que abundan al sureste de ambos estados. En Olinalá, Temalacatzingo, Coyahuacán, Acapetlahuaya y otros pueblos de Guerrero, se baten “las tierras” y los pigmentos con aceite de chía o de linaza según la calidad deseada, la chía siempre será sinónimo de calidad técnica.
Técnica de aplicación; en Olinalá se aplican capas sucesivas de laca, dejando endurecer por semanas la primera para dibujar o “rayar” la segunda, procedimiento único que crea dibujo en relieve vaciando ciertas partes mientras la capa está fresca, proceso que permite ver el color de abajo en contraste con el de encima. Por su parte “Embutido” se le dice en Patzcuaro al procedimiento de rellenar huecos excavados en bajo relieve con la mezcla de maque previamente amasado.
Decoración; la llamada técnica del “dorado” implica decorar la superficie de las obras con laca diluida, que se comporta como un óleo, aplicada con pinceles o con los dedos como lo hacen algunas mujeres chiapacorceñas. En el decorado radica la mayor parte de las diferencias entre las piezas, pues la habilidad con el pincel, el miniaturismo y los motivos o diseños identifican al creador y a las comunidades. En Patzcuaro se aplica color dorado con pincel o recortes diminutos de hoja de oro, mientras que en Olinalá se forra la superficie de las piezas con hojas de oro de 23.5 quilates, superficie que luego se decora con motivos florales, hojas y tallos o escenas de animales salvajes, como el jaguar casi extinto en la montaña de Guerrero.
En Temalacatzingo, artesanos hablantes de Nahua tallan la madera, recortan bules o tecomates y decoran con laca los carruseles, ruedas de la fortuna, gallos de pelea, ciclistas, vochos y camiones. La organización de la producción conserva algo de la época anterior a los europes, campesinos y labradores recolectan o extraen materiales, las “mujeres de la tierra” procesan las tierras y pigmentos, la mujer de la casa pela a los gatos para hacer los pinceles, el varón talla la madera, los hijos menores limpian los bules, las mujeres fondean las obras y todos, incluidos los niños, decoran de flores, ramas y algunas aves y mariposas.

Abierto de
Martes a sábado
de 10:00 am - 6:00 pm
Domingos
de 11:00 am - 4:00 pm
contacto@museolaesquina.org.mx
Tel:+52 (415) 152-2602
Núñez #40
(Esquina con San Francisco),
Centro Histórico.
San Miguel de Allende,
Gto. México